El Comité sobre los Efectos Médicos de los Contaminantes del Aire (COMEAP, por sus siglas en inglés) ha revisado cerca de 70 estudios epidemiológicos que investigaron los posibles efectos de la contaminación del aire sobre el cerebro, causando demencia o disminución de la capacidad mental, así como comprender los mecanismos causales de tales efectos.
El mecanismo más probable por el que se produce es a través de los efectos sobre la circulación. Se sabe que los contaminantes del aire, concretamente las partículas pequeñas (menores de 2.5 micrómetros), pueden afectar el corazón y el sistema circulatorio, incluido el que llega al cerebro. La evidencia sugiere que una pequeña proporción de partículas muy pequeñas que se inhalan pueden ingresar al cerebro, tanto desde la sangre como a través de los nervios olfatorios que van desde las fosas nasales hasta los bulbos olfativos. Estos efectos están relacionados con una forma de demencia (demencia vascular) causada por daño a los vasos sanguíneos del cerebro.
La COMEAP no ha hecho ningún tipo de recomendación sobre la cuantificación de estos efectos, debido a que resulta complicado combinar adecuadamente los resultados de los estudios disponibles hasta la fecha para cuantificar las relaciones entre los contaminantes y la demencia. Es por ello, que los responsables de este informe recomiendan ciertas líneas a seguir en futuras investigaciones para desarrollar la evidencia sobre este tema.
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