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Un estudio revela la implicación de la contaminación del aire en la pérdida de masa ósea en mujeres postmenopausicas

La contaminación del aire se ha convertido en una importante amenaza para la salud de la población mundial, ya que la presencia en el aire de sustancias que a elevadas concentraciones resultan nocivas, propician y potencian la aparición o agravamiento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y neurológicas, tal y como se ha recogido en numerosa bibliografía relacionada. En la actualidad, se están desarrollando diferentes investigaciones para determinar la influencia de la contaminación atmosférica en el desarrollo de otras enfermedades, como es el caso de la osteoporosis.

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad mineral de los huesos debido a la pérdida de tejido óseo normal, que puede dar lugar a fracturas y otros daños óseos. En el año 2022, se estimó que en España aproximadamente 3 millones de personas mayores de 50 años están afectadas por esta enfermedad, de los cuales un 79,2% son mujeres, y que supone una carga sustancial para el sistema sanitario a nivel tanto asistencial como económico.

Hasta el momento, existen muy pocos estudios que han investigado la asociación entre la contaminación del aire y la salud ósea, y cuyos hallazgos resultan muy generales o no han sido concluyentes o solamente han analizados contaminantes individuales.

Con el objetivo de ampliar los conocimientos sobre la relación entre la contaminación y las enfermedades óseas, un reciente estudio realizado por la Universidad de Columbia (Estados Unidos) confirma que la presencia en aire ambiente de elevadas concentraciones de partículas (PM10), óxidos de nitrógeno y de azufre contribuyen a la pérdida de masa ósea en mujeres postmenopáusicas, estableciendo que son los óxidos de nitrógeno los que mayor efecto presentan y que la zona de la columna lumbar es uno de los sitios más susceptibles.

Para la realización del estudio seleccionaron una población, entre 1993 y 1998, de 161.808 mujeres postmenopausicas (entre 50 y 79 años) de diferentes clínicas a lo largo de Estados Unidos, las cuales estaban siendo tratadas con terapia hormonal, realizaban cambios en la dieta o tomaban suplementos de calcio y/o vitamina D. A las participantes se le realizaron medidas de su densidad de masa ósea (BMD por sus siglas en inglés) al inicio del estudio y en los años 1, 3 y 6 tras el comienzo del mismo; la BMD se midió en el cuerpo entero, la cadera, la columna lumbar y el fémur, empleando un equipo de absorciometría de rayos X de energía dual.

En el caso de los datos de concentración de contaminantes, se geocodificó la dirección de las participantes y se estimaron las concentraciones medias diarias de PM10, NO, NO2 y SO2 entre los años 1993 y 2012, empleando la base de datos del sistema de calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés). Dentro del amplio grupo de participantes excluyeron a aquellas mujeres que no disponían de datos de concentración de contaminantes, seleccionando finalmente a 9.041 participantes en el estudio.

Los resultados del estudio indican la existencia de una relación entre la exposición a PM10, NO, NO2 y SO2 y la pérdida de masa ósea en mujeres postmenopausicas a lo largo del tiempo, siendo únicamente significativa la relación entre el dióxido de nitrógeno (NO2) y la densidad de masa ósea de cuerpo entero y columna lumbar. En este caso, se produce una reducción de 1,22% anual, casi el doble del efecto que produce la edad de las participantes. Se establece además que la exposición a PM10 y a NO2 supone un efecto acumulativo sobre la densidad de masa ósea (BMD), dependiente del tiempo de exposición, de forma que cuando la concentración media de PM10 aumentó un 10% (2,21 µg/m3) en 5 años el BMD se redujo en 0,064 g/cm2/año, mientras que cuando la concentración media de NO2 aumentó un 10% en 3 años el BMD se redujo en 0,026 g/cm2/año.

Investigaciones anteriores, indican que el mecanismo por el que los contaminantes presentes en el aire podrían afectar a la masa ósea es que su presencia aumenta la concentración de especies reactivas de oxígeno que aumentan la inflamación y el estrés oxidativo de las células, provocando la muerte celular que da lugar a ciertas enfermedades

En base a los resultados obtenidos en el estudio, se recomienda que las instituciones establezcan políticas de salud pública encaminadas a la reducción de la contaminación del aire, especialmente a la disminución de la exposición a óxidos de nitrógeno, para conseguir minimizar el daño óseo en mujeres postmenopausicas y en la población en general, reduciendo al tiempo los costes del sistema sanitario.

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