El uso de las estufas de gas aumentan la exposición al dióxido de nitrógeno a niveles que exceden las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, según un estudio publicada en SciencieAdvances. La investigación se llevó a cabo en más de 100 hogares  de residentes con bajos ingresos de Estados Unidos.

Los equipos de calefacción de gas y propano para interiores aumentan las concentraciones promedio del contaminante NO 2 ,  llegando al 75% de los niveles de la Organización Mundial de la Salud. Al cocinar con una estufa de gas se  pueden llegar a inhalar tres cuartas partes de lo que se considera un límite seguro. 

El dióxido de nitrógeno irrita las vías respiratorias y puede exacerbar enfermedades respiratorias como el asma . El estudio estima que la exposición crónica al dióxido de nitrógeno procedente de estufas está relacionada con al menos 50.000 casos de asma infantil cada año en Estados Unidos.  Aproximadamente el 38% de los hogares en EE.UU utilizan estufas de gas, según la Administración de Información Energética, pero no todos están expuestos al NO 2 por igual. El estudio sugiere que el tamaño de la casa es un factor importante, así como la vetilación de las estancias.

Los resultados también resaltan la  desigualdad de la exposición. Las personas en hogares que ganan menos de 10.000 dólares al año respiran  el doble de NO 2  que las que ganan más de 150.000 dólares.

Las estufas de gas también emiten metano, un potente gas de efecto invernadero, y ciudades de todo Estados Unidos están adoptando medidas de electrificación de edificios que eliminarían gradualmente las estufas de gas en casas  de nueva construcción. Leer más.