Back

Un estudio revela el mecanismo por el que la contaminación del aire puede causar cáncer de pulmón en personas no fumadoras

La Organización Mundial de la Salud establece que la incidencia mundial de cánceres respiratorios continúa creciendo, esperando que el número de casos a nivel mundial aumente alrededor del 70 % en las próximas dos décadas. En los últimos años, se ha establecido científicamente la relación entre la exposición a la contaminación del aire y el aumento del riesgo de cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas.

En este sentido, un equipo de científicos del Instituto Francis Crick y el University College de Londres, financiado por Cancer Research UK y liderado por Charles Swanton, han establecido en personas que nunca han fumado, el mecanismo mediante el que el aire contaminado puede producir cáncer de pulmón. Los resultados de este estudio se han presentado recientemente en la reunión de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) que ha tenido lugar en París.

Según el estudio, el principal contaminante causante del cáncer de pulmón en personas no fumadoras son las partículas menores de 2.5 micrómetros (PM2.5), presentes en el aire ambiente por su emisión en el humo de los combustibles fósiles y los tubos de escape de los vehículos. Estas partículas, según el análisis de datos de salud de más de 460.000 habitantes de Inglaterra, Corea del Sur y Taiwán, provocan cambios en el gen EGFR, relacionado con el cáncer de pulmón.

Según el estudio, las mutaciones se encuentran previamente en el ADN de las células de estas personas en su forma inactiva, y por sí solas no siempre son suficientes para causar cáncer sino que necesitan un elemento extra. De esta forma, según Charles Swanton, “el hallazgo más emocionante que su laboratorio ha encontrado” es que las partículas PM2.5 que penetran en los pulmones a través del aire que respiramos, actúan como una “chispa” que activa la transformación de esas células en cancerosas. Esa activación se produce debido a que la presencia del PM2.5 provoca la liberación del mediador de la inflamación interleucina-1-beta, que causa inflamación y activa las células en los pulmones para ayudar a reparar cualquier daño. Como ya existen células que presentan mutaciones genéticas en EGFR potencialmente cancerosas, incluso en personas sanas, cuando son activadas por esa “alarma química” se vuelven cancerosas. Por tanto, en zonas con mayores niveles de contaminación atmosférica se encontraron más casos de cáncer de pulmón cuya causa no es el tabaco, y que su aparición se produjo con mayor rapidez que cuando las células pulmonares con estas mutaciones no estuvieron expuestas a los contaminantes, lo que sugiere que la contaminación atmosférica promueve el inicio del cáncer de pulmón en las células que portan mutaciones conductoras. Este hecho, según Swanton, “reconsidera nuestra comprensión de cómo se inician los tumores”.

Por tanto, en zonas con mayores niveles de contaminación atmosférica se encontraron más casos de cáncer de pulmón cuya causa no es el tabaco, y que su aparición se produjo con mayor rapidez que cuando las células pulmonares con estas mutaciones no estuvieron expuestas a los contaminantes, lo que sugiere que la contaminación atmosférica promueve el inicio del cáncer de pulmón en las células que portan mutaciones conductoras. Este hecho, según Swanton, “reconsidera nuestra comprensión de cómo se inician los tumores”.

Como conclusión importante, los científicos destacan la importancia de reducir la contaminación atmosférica “tanto por razones medioambientales como por motivos de salud” para reducir el riesgo de padecer enfermedades pulmonares.

Leer más               

Comments
Trackback URL:

No comments yet. Be the first.