Investigan la influencia de la contaminación atmosférica en la producción de rayos y relámpagos

Un grupo de investigación de la Universidad James Madison (Virginia, USA) ha realizado un estudio en el que han podido determinar que una mayor concentración de partículas finas y otras sustancias contaminantes en el aire inciden directamente en la fuerza de las tormentas eléctricas, aumentando la frecuencia de rayos y relámpagos durante las mismas.

En el estudio, publicado en la revista Atmospheric Research, los investigadores han analizado durante 12 años datos provenientes de más de 500.000 tormentas eléctricas producidas en Washington DC (200.000 tormentas) y Kansas City (300.000 tormentas). Para ello, analizaron los niveles horarios de partículas PM2,5 y PM10 en el ambiente y las compararon con la actividad de las tormentas eléctricas y otros datos meteorológicos (temperatura y humedad), concluyendo que la concentración de las partículas tiene una influencia superior en el fenómeno que la del tamaño.

                                         Trío de rayos tierra a nube (rayo paraguas) fotografiados el 20 de mayo de 2017 en Oklahoma City (USA). Fuente: Max Olson.

El equipo de científicos explica en el artículo que “la contaminación actúa como núcleos de nubes ascendentes y descendentes”, de forma que “la corriente ascendente traslada las partículas a la nube, donde la corriente ascendente y la descendente separan las partículas contaminantes, dividiendo las cargas eléctricas en la nube y provocando así una mayor producción de rayos”. Además, pudieron establecer que el aumento de las tormentas eléctricas y los relámpagos debido a la contaminación del aire se produjo con las mismas características en las dos ciudades analizadas, siendo más comunes en los días jueves.

También observaron que cuanto mayor es la energía en la atmósfera, debido a la temperatura y la humedad, los niveles de contaminación del aire suponían una influencia mayor en el número de rayos, lo cual permite además mejorar la comprensión de cómo las fluctuaciones en la contaminación del aire pueden seguir modificando los patrones meteorológicos. A partir de la información recabada con este estudio, los científicos sugieren realizar el mismo análisis en otras zonas del planeta, para ver qué efecto tienen los aerosoles, y comparar zonas urbanas y rurales con diferentes niveles de contaminación del aire.

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Científicos descubren cómo la contaminación atmosférica afecta a la conservación del ártico

Un equipo de científicos de varias universidades de Estados Unidos ha llevado a cabo una importante investigación en zonas de Alaska y Groenlandia en la que han descubierto que la contaminación atmosférica producida por la quema de combustibles fósiles ha llegado hasta la zona del Ártico, afectando a la conservación de este espacio. El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, es un ejemplo de cómo la contaminación del aire puede afectar a miles de kilómetros de distancia.

La realización del estudio consistió en la extracción de un núcleo de hielo del Parque Nacional Denali (Alaska) en el que se determinó la concentración de ácido metanosulfónico capturada en ese núcleo (MSA por sus siglas en inglés), como método de medición de la disminución en el aire de la actividad de fitoplancton marino, el cual es imperativo en la red alimenticia de los océanos. Al realizar las mediciones, los científicos observaron, por un lado, que la concentración de MSA disminuía debido a algún tipo de cambio en la química atmosférica y, por otro lado, que los niveles de la contaminación del aire aumentaron significativamente.

                                                      Fuente: Charif et al. 2024, “Pollution drives multidecadal decline in subarctic methanesulfonic acid”.

El equipo de investigadores demostró que la contaminación del aire se dispersa a través de los océanos Pacífico y Atlántico, inhibiendo la producción del MSA en el Ártico, como demuestra que la disminución de sus niveles comenzó en Groenlandia en torno al año 1800 en que Europa y América del Norte comenzaron la quema de combustibles fósiles, así como en los núcleos de hielo de Alaska entorno a la época en que Asia oriental se sometió a la industrialización global.

Los científicos indicaron que es importante regular las emisiones debidas a combustibles fósiles, ya que como demuestran los datos encontrados en el núcleo de hielo de Groenlandia, su atmósfera comenzó a estabilizarse cuando se establecieron normas reguladoras de la contaminación del aire en Europa y Estados Unidos.

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Un estudio analiza las repercusiones sanitarias y económicas de la exposición a NO2 emitido por el empleo de cocinas de gas

Un grupo de investigadores de la Universidad Jaime I de Castellón, en asociación con la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), la Universidad de Valencia y el Instituto Universitario para la Investigación en Atención Primaria de Salud Jordi Gol (IDIAPJGol), han publicado un estudio en el que establecen que la “contaminación de las cocinas de gas acorta la vida de 2.062 españoles cada año y en torno a 39.959 en la Unión Europea y el Reino Unido”, debido a que los niveles de NO2 en los hogares que cocinan a gas son significativamente más altos que en los que utilizan alternativas eléctricas, y muchos superan los límites de seguridad.

El estudio, “Assessment of the health impacts and costs associated with indoor nitrogen dioxide exposure related to gas cooking in the European Union and the United Kingdom”, indica que los países más afectados son los que tienen un mayor número de hogares con cocinas de gas (Polonia, Italia, Rumanía, Francia y Reino Unido), así como que las viviendas con poca ventilación y con mayores tiempos de cocinado presentan una peor calidad del aire. También destaca un vínculo preocupante entre la utilización de las cocinas a gas y el asma, ya que contribuyen a cientos de miles de casos de asma cada año, especialmente a los niños.

                                       Fuente: Juana María Delgado-Saborit et al., “Assessment of the health impacts and costs associated with indoor nitrogen dioxide

                                                                         exposure related to gas cooking in the European Union and the United Kingdom”, October 2024).

La investigación se centró en el dióxido de nitrógeno (NO2), uno de los principales gases emitidos por las cocinas de gas y muy estudiado por los epidemiólogos. En este sentido, realizaron mediciones en ambientes exteriores e interiores de los hogares y su combinación con datos gubernamentales les ha permitido crear el primer mapa europeo de concentraciones probables de NO2 que utilizan cocinas de gas, permitiendo establecer tasas de riesgo y con ello el número probable de muertes prematuras al año por este contaminante.

La combustión del gas utilizado en las cocinas libera, además de NO2, otros contaminantes nocivos como metano, benceno y dióxido de carbono, que empeoran la calidad del aire interior y suponen graves riesgos para la salud, considerando además que los europeos pasan casi todo su tiempo en el interior y los edificios reciben menos aire fresco a medida que se hacen más herméticos. Está previsto que la UE proponga normas actualizadas para las cocinas de gas a finales de este año, y a instancias de la EPHA busca eliminar las cocinas de gas a través de límites de emisiones e incentivos financieros para cambiar a sistemas más limpios.

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Un estudio analiza las implicaciones para la calidad del aire interior de las impresoras 3D

Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Silicosis, en un proyecto financiado por la Fundación Prevent, ha analizado las implicaciones que para la calidad del aire interior y la salud de las personas tienen las emisiones de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) que se producen con la utilización de la tecnología de impresión 3D.

El estudio, “Analysis of Volatile Organic Compound emissions in 3D printing: implications for indoor air quality” y publicado en la revista Buildings, se basa en el análisis detallado de un total de 49 COVs emitidos por las impresoras 3D durante su utilización, investigando los riesgos asociados con las emisiones de COV y proponiendo estrategias de mitigación efectivas.

Para su realización se emplearon impresoras 3D basadas en filamentos y resinas como materiales principales, utilizando tubos Tenax y bombas personales como equipos de muestreo de COV. Se analizaron las emisiones de diferentes tipos de resinas y filamentos en impresoras instaladas en el mismo instituto y en una empresa de impresión 3D, con periodos de muestreo de 2 horas.

                                                     Imagen representativa de una impresora 3D construyendo una pieza (Fuente: kynny / iStockphoto)

Entre los resultados del análisis, se reveló que la concentración de COV es variable entre los diferentes materiales, siendo el acetato de etilo y el decanal los compuestos dominantes en el uso de las resinas y filamentos, respectivamente. Por otro lado, destacan que los niveles individuales de COV se situaban por debajo del 1% de los límites de exposición ocupacional, pero que las concentraciones totales de COV excedían el umbral interior recomendado de 200 µg/m3 (sobre todo con las resinas); este hecho pone el foco en la posibilidad de los efectos combinados de múltiples COV, especialmente durante largos períodos de exposición, estableciendo la necesidad de realizar más investigaciones sobre los impactos acumulativos en la salud de la exposición prolongada a COV.

En base a los resultados, los investigadores recomiendan “realizar mediciones más extensas en un espectro más amplio de materiales, incluido un análisis más exhaustivo de los 49 COV examinados en este estudio”. Así mismo, como medidas preventivas para proteger la salud de los usuarios, se indica el cerramiento de las impresoras 3D y la equipación del conjunto con sistemas de extracción.

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La función de Google Maps que permite conocer la calidad del aire en tu ciudad

La aplicación Google Maps dispone desde febrero de 2024 de una función que muestra la calidad del aire de todo el territorio español en tiempo real. Esta nueva función permite visualizar mediante colores el índice de calidad del aire (ICA) para ozono (O3), partículas (PM10 y PM2.5), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), permitiendo explorar la zona donde te encuentras y cualquier otro punto de España que te interese.

Esta novedosa función consiste en una capa que se suma a otras tantas disponibles a través del botón que permite pasar ante el mapa estándar, satélite o de relieve (parte superior derecha), al igual que ofrece datos de gran valor como el transporte público, tráfico o vías dedicadas a la bicicleta. En la imagen se muestran varios ejemplos de los datos que se pueden visualizar con esta nueva función.

                                            Imágenes representativas del modo de visualización de la calidad del aire en Google maps (Fuente: Google Maps)

Para instalar esta nueva característica de Google maps únicamente hay que instalar la última actualización de la aplicación, abrirla y pulsar sobre el icono de capas ubicado justo debajo de los accesos rápidos en la parte superior de la app. Después, se selecciona la capa “Calidad del aire” y el mapa se transforma totalmente para indicar con distintos colores la calidad del aire de la zona. Además, en la tarjeta que se despliega se puede observar la escala de calidad del aire aplicada y, pulsando en el botón “Datos de calidad del aire”, acceder a la información necesaria para saber cómo se calculan estos índices, el número y tipo de contaminantes, todo ello disponible desde la página de soporte de Google.

Para generar esta capa de información, Google utiliza en el caso de España, los datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de la Xunta de Galicia, por la Comunidad de Madrid y por el Ministerio para la Transición Ecológica. Con ellos establece la capa base. Como puntos negativos, se puede citar la posible existencia de un retraso de 1-2 horas en los datos, que no detecta eventos locales y que no proporciona un histórico de datos donde consultar el estado de la calidad del aire en periodos anteriores.

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La Unión Europea da luz verde a la nueva directiva de calidad del aire, más restrictiva respecto a los niveles de contaminantes

El Consejo de la Unión Europea ha aprobado formalmente el pasado 14 de octubre la revisión de la Directiva para la calidad del aire, aplicable en todo el territorio de la Unión Europea. Esta nueva directiva, sobre la calidad del aire ambiente y una atmósfera más limpia en Europa, tiene como objetivo principal adecuar los estándares de calidad del aire a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), permitiendo alcanzar unos niveles de “contaminación cero” para el año 2050 y prevenir o reducir las muertes prematuras que a día de hoy se producen debido a la contaminación atmosférica.

La principal modificación respecto de la actual directiva reside en el establecimiento de nuevos valores límite más restrictivos para la concentración de los contaminantes más perjudiciales, como las partículas PM10 y PM2.5, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, que deben alcanzarse en el año 2030 y revisables según el avance científico. Estos nuevos estándares se ajustan mejor a los recomendados por la OMS.

El punto más destacado de la nueva normativa reside en que los ciudadanos de la UE tendrán derecho a reclamar una indemnización por los daños a su salud y obtener una indemnización cuando se vea afectado por una infracción de las normas de calidad marcadas por la directiva.

Los Estados miembros dispondrán de dos años a partir de su entrada en vigor para incorporar la Directiva a su legislación nacional.

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"Conoce los Súper Contaminantes", un proyecto de Naciones Unidas que informa sobre los contaminantes climáticos más destacados

La Coalición sobre Clima y Aire Limpio (CCAC), fundada en 2012 y convocada en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha creado un proyecto interactivo, denominado “Conoce a los Súper Contaminantes”, con el objetivo de informar a la población de manera divertida y fácil sobre los contaminantes climáticos potentes de vida corta y sus efectos en el entorno y en la salud de la población.

Los contaminantes climáticos de vida corta (CCVC) se definen como poderosos agentes que alteran el clima y permanecen en la atmósfera durante un período de tiempo mucho más corto que el dióxido de carbono, pero su potencial para calentar la atmósfera puede ser mucho mayor. Los principales son el metano, el carbono negro, los hidrofluorocarbonos (HFC) y el ozono troposférico, y se caracterizan por impulsar tanto el cambio climático como la contaminación del aire.

                                           Imagen representativa del proyecto “Los Súper Contaminantes” (Fuente: www.unep.org/interactives/super-pollutants)

Esta asociación voluntaria, formada por más de 160 gobiernos, organizaciones intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales, trabaja para reducir la producción de estos contaminantes en base a la elaboración de una agenda con medidas de mitigación específicas en los países y sectores siempre bajo el amparo de datos científicos. Dado que estos contaminantes pueden eliminarse de la atmósfera en períodos que van desde días hasta 15 años, la reducción de sus emisiones puede suponer un rápido avance para frenar el calentamiento global. Esta reducción se puede realizar significativamente utilizando las tecnologías disponibles en la actualidad, pudiendo generar beneficios adicionales para la salud humana, el rendimiento de los cultivos y las economías.

En el proyecto interactivo que citamos se aporta información, mediante vínculos, sobre cada uno de los contaminantes indicados y sobre las soluciones que entre todos podemos llevar a cabo para evitar el empeoramiento de la calidad del clima. También se puede acceder a información sobre la asociación CCAC y otros recursos de información relacionados con el tema.

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La ciencia del aire en la Noche Europea de los Investigadores 2024

El grupo de investigación AQUIMA de la Universidad de Extremadura ha desarrollado la actividad "Hay química en el aire", en el marco de La Noche Europea de los Investigadores 2024, celebrada el pasado día 27 de septiembre. El objetivo de la actividad es dar a conocer cómo trabajan los científicos para estudiar los principales efectos de la contaminación atmosférica, como el deterioro de la capa de ozono o la presencia en el aire ambiente de sustancias perjudiciales para la salud humana y para los ecosistemas.

                                                    Desarrollo de la actividad “Hay Química en el aire” en la Noche Europea de los Investigadores 2024

Los participantes han tenido ocasión de conocer cómo se mide la calidad del aire en las unidades de vigilancia de la calidad del aire pertenecientes a la Red Extremeña de Protección e Investigación de la Calidad del Aire (REPICA), así como los trabajos de investigación que se realizan actualmente, mediante la observación y explicación de los roll-ups instalados para la ocasión. Asimismo, han participado en diferentes experimentos con los que visualizar cómo se mide la presencia de contaminantes en aire ambiente de forma sencilla. Entre los experimentos realizados se encuentran la generación de dióxido de carbono y detección por su carácter ácido, la detección de ozono en el aire mediante su reacción con yoduro en un papel sensor que cambia de color y el montaje de un captador de bajo volumen para tomar muestras de aire ambiente. Los participantes también pudieron conocer la contaminación del aire debida a material particulado a través de un juego con muestras reales en el que aprendieron a relacionar el tipo de material particulado con la fuente de emisión que lo producía.

Estas actividades están asociadas al convenio de colaboración entre la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible y la Universidad de Extremadura, a través del grupo AQUIMA, para la prevención y vigilancia de la calidad del aire en Extremadura (241803FD003).

Un reciente estudio relaciona el incremento en el uso de antibióticos con la contaminación del aire ambiental

En la actualidad, dos de los principales problemas a los que se enfrenta la salud pública a nivel mundial son la contaminación del aire ambiente, que provoca o agrava numerosas enfermedades, y la resistencia a los antibióticos debido a un uso excesivo de los mismos, que provocan en torno a 10 millones de muertes cada año.

El hecho de que los antibióticos se prescriban en atención primaria debido principalmente a infecciones respiratorias agudas, ha llevado a un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), del Hospital de Bellvitge y de las áreas de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC) y Salud Pública (CIBERESP) del CIBER a publicar recientemente un estudio en la revista JAMA Network Open que establece por primera vez la asociación de la contaminación del aire ambiental con un mayor consumo de antibióticos.

La investigación se ha llevado a cabo mediante el análisis de datos diarios de contaminación del aire ambiente (niveles de PM10, PM2.5 y NO2) en las 11 ciudades más pobladas de Cataluña durante 7 años (2012 a 2019), junto a más de 8 millones de prescripciones de antibióticos producidas en atención primaria para pacientes con edades superiores a los 12 años.

Como resultado, se ha observado que los días en que los niveles de PM10, PM2.5 y NO2 eran elevados se producía un incremento en la prescripción de antibióticos en los centros de salud, donde la población acudía con síntomas respiratorios agudos el mismo día de la exposición a las sustancias tóxicas, e incluso entre los 7 y 10 días tras la exposición en el caso del PM2.5. Según el investigador principal, la relación entre ambos podría ser debida a la irritación de las vías respiratorias que causa un aire contaminado, provocando síntomas similares a los de una infección que requiere la ingesta de fármacos.

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La evaluación de la Directiva sobre reducción de emisiones propicia la apertura de una consulta pública por parte de la Comisión Europea

La Comisión Europea ha puesto en marcha recientemente, y hasta el 26 de noviembre de 2024, una consulta pública para evaluar la Directiva sobre compromisos nacionales de reducción de emisiones (CNE). En esta consulta, se pretende que ciudadanos y partes interesadas compartan sus puntos de vista sobre dicha directiva, con el objetivo de examinar si el documento es eficaz para conseguir los objetivos propuestos: “proteger la salud humana y el medio ambiente reduciendo las emisiones nacionales de los cinco principales contaminantes del aire, a saber, las partículas finas (PM2.5), los óxidos de nitrógeno (NOx), los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), el amoníaco (NH3) y el dióxido de azufre (SO2)”.

La Directiva CNE se basa en el establecimiento de compromisos nacionales de los estados miembros para reducir las emisiones de los cinco contaminantes atmosféricos citados anteriormente para el periodo 2020-2029, así como compromisos más ambiciosos para 2030 y años posteriores.

                                              Representación del concepto de reducción de emisiones (Fuente: Mutua Universal; www.mutuauniversal.net)

Otro de los objetivos de la consulta es evaluar si la directiva en cuestión es adecuada según el progreso científico y técnico, así como su combinación con otras políticas de la Unión Europea relativas al clima y la energía, aclarando los posibles obstáculos a su aplicación. Finalmente, la evaluación recoge también una consulta a las partes interesadas, formadas por expertos en cuestiones específicas, para tener una evaluación más técnica.

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El círculo vicioso con consecuencias negativas para la salud de las personas, los ecosistemas y la agricultura

El reciente boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre la calidad del aire y el clima, publicado en septiembre de 2024, se centra en la interrelación entre el cambio climático, los incendios forestales y la contaminación atmosférica, creándose un círculo vicioso “cuyas consecuencias negativas para la salud de las personas, los ecosistemas y la agricultura no dejan de agravarse”.

Según el informe, el cambio climático y la calidad del aire están tan íntimamente ligados que no pueden tratarse por separado, debido a que los contaminantes del aire se emiten por lo general junto con gases de efecto invernadero y se depositan sobre la superficie terrestre, alterando la salud de los ecosistemas y con ello perjudicando la salud de la población. Es por ello, que según dicho boletín “las medidas contra la contaminación atmosférica y las destinadas a luchar contra el cambio climático se refuerzan mutuamente”.

Por otro lado, se indica que el material particulado que se encuentra en el aire ambiente supone un gran impacto también para la agricultura, ya que provoca una disminución de la productividad de los cultivos de hasta un 15% en zonas muy contaminadas como China o India, pudiendo resultar crítico en regiones donde alimentar a la población es de vital importancia. Esta merma en la producción, se debe principalmente a que la contaminación del aire reduce la cantidad de luz solar que llega a la superficie de las hojas y bloquea físicamente los estomas de las hojas, encargados de regular el intercambio de vapor de agua y dióxido de carbono con la atmósfera. En sentido contrario, la agricultura es una fuente de material particulado a través de la quema de rastrojos o la aplicación de fertilizantes, entre otros.

Finalmente, el boletín establece la relación entre los incendios y las otras dos variables que forman el círculo vicioso. Así, establece que el incremento de la frecuencia e intensidad de las olas de calor y sequías prolongadas debidas al endurecimiento del cambio climático afecta indirectamente a la producción y propagación de los incendios forestales, que al mismo tiempo incide negativamente en las plantas, los ecosistemas y los cultivos, así como en la calidad del aire, por la mezcla de sustancias químicas nocivas presentes en el humo de los incendios. Este hecho también genera emisiones de carbono, favoreciendo el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo cual establece un círculo en el que los tres parámetros se retroalimentan.

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El aire interior: una importante contribución de los edificios a la calidad del aire de las ciudades

En palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la contaminación del aire es uno de los mayores riesgos ambientales para la salud en el mundo”. La calidad del aire exterior es la que se lleva el protagonismo, pero no se debe de apartar la vista de la calidad del aire interior de los edificios, ya que las personas pasan parte de su tiempo dentro de las viviendas y lugares de trabajo.

El aire interior también provoca la exposición a diferentes tipos de contaminantes químicos perjudiciales para la salud, como son compuestos orgánicos volátiles, partículas y metano. El deterioro de la calidad del aire interior se ha visto agravado por la construcción de edificios más herméticos para mejorar la eficiencia energética, provocando que el aire interior se regenere menos y con ello los contaminantes producidos por fuentes internas se concentren en el ambiente. Finalmente, este mismo aire interior terminará siendo expulsado al exterior del edificio mediante la ventilación natural o los sistemas de ventilación de los edificios.

                                                              Esquema de ventilación natural de un edificio (Fuente: Siber Ventilacion, www.siberzone.es)

Este hecho sugiere que, para garantizar la mejor calidad posible del aire interior y sus efectos sobre el aire exterior, el control de la ventilación de los edificios y viviendas resulta un punto crítico, buscando la mejor forma de ajustar la ventilación a las condiciones del aire exterior, aumentando o disminuyendo el intercambio en función de la diferencia de concentración de contaminantes entre ambos. Para ello, cada vez más se está llevando a cabo la instalación de sensores de bajo coste en las viviendas para monitorizar la calidad del aire.

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Nueva aplicación para visualizar el Índice de Calidad del Aire en tiempo real

El Índice de Calidad del Aire (ICA) es un parámetro que permite comprobar en tiempo real y de forma sencilla la calidad del aire, en función de los datos medidos cada hora por las estaciones de medición de la calidad del aire y comunicados por las redes de vigilancia que operan en el territorio nacional.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en su compromiso de informar y concienciar de una forma más accesible a la sociedad, ha desarrollado una nueva aplicación móvil que permite visualizar dicho índice de calidad del aire en tiempo real, información que hasta el momento solo estaba disponible a través de la web. Esta aplicación se denomina “ICA – Indice de Calidad del Aire” y se puede descargar para Android e iOS a través de las plataformas habituales.

                                   Visualización de la información del ICA que se puede obtener mediante la APP “ICA” (Fuente: APP “ICA- Indice de Calidad del Aire)

En dicha aplicación, el índice previsto se visualiza para las estaciones que realizan mediciones de al menos los tres contaminantes con mayor impacto en el ICA: ozono, dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión (PM10 o PM2,5). El criterio adoptado para la visualización del impacto potencial de la calidad del aire en la salud se basa en asignar la peor categoría del ICA para cualquiera de los tres contaminantes. Permite también conocer la evolución del estado de la calidad del aire a lo largo de un día y de los últimos meses.

Además, en base a la categoría establecida, se incluyen una serie de recomendaciones sanitarias según se trate de población en general o de población sensible (ancianos, niños y/o personas con patologías).

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La exposición a la contaminación del aire durante la infancia se relaciona con problemas en los bronquios en la edad adulta

La exposición a la contaminación del aire durante la infancia está vinculada a la aparición de síntomas bronquíticos en la edad adulta, según un estudio publicado en línea el 25 de junio en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.

Erika García, Ph.D., MPH, de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, junto con sus colegas, investigaron las relaciones entre la exposición a la contaminación del aire en la infancia y los síntomas bronquíticos autoinformados en la adultez. El estudio incluyó a 1,308 participantes del Estudio de Salud Infantil del Sur de California.

En la evaluación de los adultos (con una edad media de 32,0 años), el 25 por ciento de los participantes reportaron síntomas bronquíticos. Se encontró una asociación entre estos síntomas en adultos y la exposición durante la infancia al dióxido de nitrógeno (NO2) y a partículas en suspensión menores de 10 micrómetros (PM10). Por cada incremento en la desviación estándar, las probabilidades de presentar síntomas bronquíticos eran un 69 por ciento más altas para el NO2 y un 51 por ciento más altas para el PM10. Los resultados se mantuvieron consistentes incluso al ajustar por síntomas bronquíticos infantiles o asma. Las asociaciones con NO2 y PM10 fueron más pronunciadas en aquellos que tenían asma durante la infancia. Leer más.

Impacto a corto plazo de las partículas de combustión de biomasa y polvo sahariano en ingresos hospitalarios de urgencia por trastornos mentales

Un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado un artículo en la revista Science of the Total Environment sobre la influencia de la contaminación atmosférica y las olas de calor en la aparición y agravamiento de enfermedades, así como en el aumento de ingresos hospitalarios.

Los investigadores Julio Díaz y Cristina Linares, de la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del ISCIII, lideraron el estudio que muestran que el cambio climático está incrementando tanto la frecuencia y magnitud de los incendios forestales como el número de días con intrusiones de polvo sahariano, afectando así la calidad del aire y la salud humana. Se sabía que el aumento de partículas finas (PM) derivadas de estos fenómenos impacta en enfermedades cardiorrespiratorias y en variables adversas al nacimiento. Sin embargo, la nueva investigación también sugiere una influencia en el agravamiento de patologías mentales.

El estudio analizó la relación entre las concentraciones diarias de PM10, PM2.5, NO2, O3, y la temperatura máxima diaria durante olas de calor, con los ingresos hospitalarios urgentes en España debido a trastornos mentales y del comportamiento, depresión y ansiedad. Se compararon días con presencia de PM procedente de la combustión de biomasa y/o intrusiones de polvo sahariano con días sin estas condiciones, entre 2009 y 2018 en diversas provincias españolas. Los resultados indicaron que en los días con combustión de biomasa, las concentraciones de PM tuvieron un efecto significativo sobre los ingresos urgentes por trastornos mentales, especialmente depresión, probablemente debido a la toxicidad de estas partículas. Leer más.

Las ciudades con elevada densidad poblacional tienen menor huella de carbono, pero peor calidad del aire

Un estudio de ISGlobal revela que las ciudades con elevadas densidades poblacionales tienen una menor huella de carbono al diminuir los flujos de tráfico motorizado. En cambio, tienen peores condiciones ambientales, al tener una mayor exposición a la contaminación del aire y al calor extremo, afectando negativamente la salud pública.

El estudio señala que la densidad urbana contribuye a reducir las emisiones de CO2 debido a la menor necesidad de transporte y al uso eficiente de la energía. Sin embargo, la alta concentración de personas y actividades en áreas reducidas incrementa la contaminación del aire local.

La metodología del estudio incluyó el análisis de datos de emisiones de gases de efecto invernadero, calidad del aire y temperaturas en diferentes ciudades compactas. Se utilizaron modelos estadísticos para correlacionar estos datos con indicadores de salud pública y bienestar. Además, se consideraron factores como el uso del suelo, el transporte y la infraestructura verde para evaluar su impacto en la calidad ambiental.

El estudio destaca la necesidad de implementar estrategias urbanas que equilibren la eficiencia energética con la mejora de las condiciones ambientales, promoviendo espacios verdes y reduciendo la contaminación del aire. Leer más.

Herramientas y estrategias para la implementación de Zonas de Bajas Emisiones

El informe "Clean Air Zone Toolbox" publicado por el C40 Knowledge Hub ofrece un conjunto de recursos y estrategias para implementar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades. El documento está diseñado para ayudar a los gobiernos locales en la reducción de la contaminación del aire y mejorar la salud pública. Contiene guías prácticas, estudios de caso y datos útiles que apoyan la planificación y ejecución de las ZBE. Las herramientas promueven un enfoque integral y sostenible para la gestión de la calidad del aire.

Las zonas de bajas emisiones son áreas concretas de una ciudad donde se implementan medidas específicas para reducir la contaminación atmosférica, restringiendo el acceso de vehículos altamente contaminantes, promoviendo el transporte público limpio, y fomentando el uso de vehículos eléctricos y otras alternativas sostenibles. El informe "Clean Air Zone Toolbox" ayuda a las ciudades a diseñar, implementar y gestionar estas zonas de manera efectiva, abordando tanto la planificación como los aspectos técnicos y sociales.

Los recursos proporcionados incluyen:

  • Guías Prácticas: Documentos detallados que explican cómo establecer y seguir una zona de aire limpio.
  • Estudios de Caso: Ejemplos de ciudades que han implementado con éxito zonas de bajas emisiones, mostrando los desafíos a los que se han enfrentado y las soluciones aplicadas.
  • Datos y Análisis: Información sobre el impacto de las ZBE en la calidad del aire y la salud pública, incluyendo estadísticas y tendencias.

El informe también destaca la importancia de la participación comunitaria y la comunicación efectiva para asegurar el apoyo público y la comprensión de las ventajas de las ZBE. Además, se aborda la integración de estas zonas en una estrategia urbana más amplia que incluya políticas de movilidad sostenible, mejoras en las infraestructuras urbanas y la promoción de comportamientos más sostenibles entre los ciudadanos. Leer más.

El informe mundial de 2024 sobre el estado del aire proporciona un análisis exhaustivo sobre la calidad del aire y sus impactos en la salud.

El informe mundial sobre la calidad del sire ha sido desarrollado por el organismo Health Effects Institute (HEI) junto al Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) y UNICEF. El documento proporciona un análisis completo sobre la calidad del aire y sus impactos en la salud para países de todo el mundo en 2021.

La contaminación del aire fue responsable de 8,1 millones de muertes en  2021, convirtiéndose en el segundo factor de riesgo de muerte, incluso en los niños menores de cinco años. Del total de muertes, las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), representan casi el 90% de la carga de morbilidad derivada de la contaminación del aire.

Las cifras plasmadas en el estudio muestran la magnitud de la contaminación atmosférica, el 99% de la población mundial está expuesta a niveles nocivos de PM2,5.

En marzo de 2024, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente aprobó una resolución sobre la contaminación atmosférica, pidiendo una mayor cooperación y desarrollo de programas de gestión de la calidad del aire. Sin embargo queda mucho por hacer para reducir aún más la contaminación atmosférica y su impacto en la salud de la población mundial. Leer más.

Los analizadores de calidad del aire de bajo coste se investigan como tecnologías emergentes para el análisis de la calidad del aire

Los analizadores de la calidad del aire basados en sensores de bajo coste son tecnologías emergentes para el análisis de la contaminación atmosférica. Se investiga su utilización de forma complementaria a las unidades oficiales de vigilancia de la calidad del aire para incrementar las ubicaciones de monitorización, la identificación de fuentes y la predicción de los niveles de contaminación, aunque es preciso verificar exhaustivamente su fiabilidad para evitar la generación de información errónea.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), junto al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Proyecto Internacional de Química Atmosférica Global (IGAC) han publicado un informe donde se examina el uso de sensores de bajo coste. La publicación evalúa el funcionamiento, la calibración, el rendimiento y la comunicación de los datos.

La principal ventaja de los sensores radica en su capacidad de proporcionar datos sobre calidad del aire en entornos que las redes oficiales no pueden ofrecerlos debido a los costes económicos que suponen o a las características del lugar. Si bien, como hemos indicado, los datos de los equipos que utilizan sensores de bajo coste deben verificarse y calibrarse de manera periódica para asegurar la calidad de sus resultados. Durante el proceso de monitorización hay que cuantificar las incertidumbres y los posibles errores de las medidas para comprobar si se ajustan a los requisitos normativos de la Unión Europea. Leer más 

La mayor parte del ozono troposférico implicado en la mortalidad prematura es de carácter transfronterizo

El ozono troposférico es un contaminante atmosférico formado en la troposfera por la interacción de la luz solar con otros contaminantes precursores como los óxidos de nitrógenos y los compuestos orgánicos volátiles. El ozono es uno de los principales contaminantes que contribuye al aumento de la mortalidad prematura.

Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona ha cuantificado el impacto del ozono importado en la mortalidad. El ozono importado se calcula en una ubicación concreta, región o país, considerando el transporte troposférico del contaminante, o de sus precursores, desde fuentes externas al punto georreferenciado. 

La investigación desarrollada en 35 países europeos entre 2015 y 2017 mostró que el ozono importado contribuyó al 83.3% de los fallecimientos atribuibles a este contaminante. El ozono procedente de Francia tiene un impacto sustancial en la mortalidad de países vecinos, como es España, siendo el responsable del 16.3% de las muertes atribuibles al contaminante. Los países del suroeste de Europa son los que presentan una mayor mortalidad atribuible a la producción nacional de ozono, en España se estima que es del 53,7%. En Extremadura, el impacto del ozono importado es mayor en la provincia de Cáceres, estimándose entre el 10 y el 12.5%, e inferior en la de Badajoz (entre el 7.5 y 10 %).  

Este estudio pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo acciones coordinadas a escala local, continental y global para disminuir los niveles de ozono troposférico. Las medidas más efectivas se basan en la reducción de los niveles de contaminantes precursores como los óxidos de nitrógenos y los compuestos orgánicos volátiles, al minimizar el uso de automóviles, centrales eléctricas y otras instalaciones que utilizan combustibles fósiles. ?Leer más. 

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